GetTransfer es un mercado sin control de precios pero cuando se trata de viajes a la carta, Uber es el nombre familiar. Un número creciente de plataformas web tipo Uber utilizan sitios web en lugar de aplicaciones móviles, aunque siguen teniendo muchas similitudes operativas con el gigante de los viajes compartidos. Aunque estas plataformas pretendan servir de cómodos conectores entre viajeros y conductores locales, sus detractores sostienen que ejercen un férreo control sobre casi todos los aspectos del servicio -desde la fijación de tarifas hasta la selección de conductores-, al igual que hace Uber a través de su aplicación para smartphones.
Un enfoque exclusivamente web que refleja a Uber
Donde Uber construyó su reputación sobre una interfaz basada en aplicaciones, estas plataformas web tipo Uber confiar en un sitio web. Sin embargo, desde un punto de vista jurídico, el hecho de pulsar una pantalla o hacer clic con el ratón es a menudo irrelevante. Tribunales de la UE han insistido repetidamente en que lo importante es la sustancia del servicio: quién gestiona los precios, cómo se eligen los conductores y si la plataforma es simplemente un intermediario o el verdadero operador del transporte.
Muchas de estas plataformas parecen organizar los viajes de un modo que recuerda al modelo básico de Uber:
- Control centralizado de tarifas: Determinan el precio que usted paga por adelantado y después asignan sólo una parte al conductor. Los conductores no pueden proponer sus propios precios de forma independiente.
- No hay elección entre los conductores: A los usuarios no se les presentan múltiples ofertas u opciones de vehículos; sólo la plataforma decide qué conductor acepta la reserva.
- Coordinación interna: Desde el nombre del conductor hasta los detalles de recogida, todo el proceso de emparejamiento se gestiona internamente. El usuario solo tiene que pagar la tarifa indicada.
Control total sobre los precios
Una de las cuestiones jurídicas clave es ¿quién fija la tarifa? En un modelo clásico de "mercado", cada conductor fijaría su propia tarifa y el pasajero elegiría entre un abanico de ofertas, algo parecido a buscar entre distintas ofertas de hoteles o alquileres de apartamentos. Por el contrario, muchas plataformas web similares a Uber ofrecen un precio único-a veces ocultas tras las etiquetas "economy", "business" o "premium"- que dejan a los conductores sin apenas voz ni voto.
Este control me recuerda Uber conocidos de tarificación por sobrecarga o cálculo dinámico de tarifas. Aunque es posible que estos servicios basados en sitios web no utilicen los mismos algoritmos basados en la demanda, sí que lo hacen. fijar los gastos de transporte desde el principio. Esa estructura los sitúa en el ámbito de los "operadores de transporte", en lugar de ser un sitio de listas neutral.
Sin elección del conductor: Una única opción preasignada
En muchas plataformas en línea -ya sea para viajes, alquileres o trabajo autónomo- el usuario selecciona entre varios proveedores. Pero plataformas web tipo Uber a menudo se lo saltan. Los clientes suelen ver la información del conductor sólo después de se asigna un conductor, lo que socava la noción de competencia abierta. Basta con enviar los datos del viaje para que la plataforma decida quién se presenta, del mismo modo que Uber envía automáticamente el coche más cercano o el siguiente disponible. Puede funcionar como una "caja negra".
Este acuerdo es crucial. Jurisprudencia de la UE sostiene que las plataformas siguen siendo meros "servicios de la sociedad de la información" si permiten a los proveedores independientes gestionar sus propias tarifas y competir. Sin embargo, cuando es la propia plataforma la que gestiona aspectos clave -especialmente el precio y la oferta-, los tribunales lo han interpretado como un "servicio de la sociedad de la información". servicio unificado de transporte.
Por qué la distinción entre sitio web y aplicación puede ser jurídicamente irrelevante
Algunos podrían creer que el enfoque "primero el sitio web" convierte a estos servicios más en intermediarios que en proveedores. Sin embargo, desde el punto de vista legal, la diferencia entre una aplicación y un sitio web es insignificante; ambos son herramientas digitales para conectar a compradores y vendedores. Lo que importa es si la plataforma simplemente facilita un contrato o efectivamente controla ello. Porque muchas plataformas web similares a Uber:
1. Fijar tarifas
2. Asignar controladores sin selección del usuario
3. Gestionar todos los flujos de pago
...ejercen una influencia muy similar a la de una aplicación típica de servicios de transporte.
Posibles consecuencias
Si los reguladores concluyen que estos plataformas web tipo Uber operan como Uber-a servicio de transporte en lugar de un mero agregador:
- Requisitos de autorización: Las autoridades locales podrían exigir el mismo tipo de autorizaciones de taxi o de alquiler privado que Uber debe obtener en muchos países.
- Cumplimiento estricto: Las inspecciones y otras formas de escrutinio que suelen aplicarse a los operadores de transporte (por ejemplo, comprobación de antecedentes de los conductores, normas sobre vehículos) podrían llegar a ser obligatorias.
- Obligaciones tarifarias y de seguridad: Pueden estar sujetas a normativas sobre transparencia de precios, seguros o seguridad de los pasajeros, como las empresas locales de taxis.
Qué significa esto para los viajeros
Para los viajeros, la pregunta más importante es con quién contrata realmente. Si cree que simplemente está buscando entre varios conductores independientes, los modelos de estas plataformas pueden sorprenderle. Aunque puede ser cómodo tener una tarifa fija y una recogida preasignada, también significa que tienes poco que decir sobre los antecedentes del conductor, sus calificaciones, la elección del vehículo o las posibles comparaciones de costes... antes de pagar.
Por otra parte, si una plataforma se clasifica en última instancia como proveedor de transporte, el usuario puede obtener una mayor protección del consumidor -similar a la de un taxi con licencia local-, pero perder la libertad de "ir de compras" que suele asociarse a los mercados abiertos.
Qué significa esto para los socios comerciales
Hoteles, agencias de viajes u otros proveedores de servicios que integran plataformas web tipo Uber en sus ofertas -mediante enlaces de reserva o recomendaciones- deben ser conscientes de las posibles incertidumbres normativas. Si una plataforma de este tipo se considera un operador de transporte sujeto a licencias más estrictas, socios comerciales puede:
- Afrontar los controles de conformidad: Podrían ser cuestionados por promover o facilitar un servicio sin licencia si la plataforma no ha cumplido las normas del operador local.
- Necesidad de ajustar los contratos: Las asociaciones pueden tener que renegociarse para reflejar las nuevas obligaciones de concesión de licencias o los requisitos de transparencia de las tarifas.
- Reevaluar los riesgos de responsabilidad: Si surgen disputas sobre la calidad del transporte, la seguridad o las cancelaciones, los socios podrían sufrir consecuencias legales o de reputación si se cuestiona la concesión de licencias a la plataforma.
- Enfrentarse a problemas fiscales adicionales: Las obligaciones en determinados países pueden incluir el pago de impuestos en nombre de un servicio de transporte sin licencia o con una licencia inadecuada.
- Asumir nuevas tasas o costes de licencia: Podrían aplicarse repentinamente tasas por intermediación digital, limusinas o licencias de taxi, trasladando las responsabilidades a la parte que revende o promociona esos servicios.
Si se asocia con un proveedor de servicios de transporte que carece de la licencia adecuada, en última instancia podría correr el riesgo legal o financiero en determinadas jurisdicciones.
Panorama general
El auge de plataformas web tipo Uber subraya un fenómeno más amplio: a medida que nuevas empresas adoptan o adaptan los métodos operativos de Uber, las clasificaciones jurídicas se hacen más complejas. Muchas de estas plataformas afirman que se limitan a "conectar" a los usuarios con los conductores, aunque fijen las tarifas y controlen casi todos los pasos del viaje. Los tribunales y los reguladores cuestionan cada vez más estas afirmaciones. Como en el caso de Uber, la decisión final puede dictar si la plataforma debe seguir normativas de transporte locales similares a las que se aplican a los operadores de taxi tradicionales.
Independientemente de su enfoque "basado en la web", el problema de fondo persiste: ¿Son realmente un intermediario digital o el operador de facto de su transferencia?
En la práctica, al gestionar todo a través de un sitio web y decidir los precios y la asignación de conductores entre bastidores, estas plataformas bien pueden aterrizar en la misma categoría regulatoria que Uber-sitio web o no.
Nota específica del Reino Unido sobre las licencias de operador
En el Reino Unidola ley trata a cualquier empresa que fija los precios y organiza los viajes como operador privado de alquiler, sujeto a la concesión de licencias y a la normativa local. Dado que muchas plataformas web similares a Uber tarifas de control y organizar eficazmente el transporte, probablemente necesita una licencia de operador para operar legalmente en el Reino Unido. Si no obtienen esa licencia, podrían verse expuestos a desafíos legales por parte de las autoridades que supervisan las actividades de alquiler privado, de forma similar a las batallas regulatorias de Uber.